Lentes de contacto infantiles para niños con miopía

Aunque pueda sorprendernos, los niños de corta edad tienen los mismos intereses que los adultos en cuanto al método de corrección de su visión, ya que les importa su aspecto y piensan que las lentes de contacto les sienta mejor.

El estudio se ha realizado a 500 niños de entre 8 y 12 años.

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden de un estudio norteamericano, publicado en la revista Optometry and Vision Science de la Academia Americana de Optometría, que se ha realizado a un total de 500 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 12 años, todos ellos con una miopía moderada. Conclusiones totalmente admitidas por el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO).

Según el Presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas y Decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral, “con el uso de las lentes de contacto, los niños, además de verse con mejor aspecto y mejorar la calidad de visión, tienen más capacidad para participar en actividades físicas, como el deporte o el baile. Actividades que son muy importantes en este tramo de edad.”

Higiene y seguridad
Sin duda, lo que más preocupa a los padres es si las lentes de contacto son seguras y si sus hijos van a saber seguir las normas de higiene, básicas en el mantenimiento de las lentes de contacto. Pues bien, para Martínez Moral “no hay ningún peligro en su uso, es más las lentes de contacto son más fáciles de manejar que las gafas, y son muy adecuadas para la vida tan activa que llevan los niños.”

No obstante para evitar muchos de los problemas del manejo de las lentes reutilizables, es aconsejable que los niños utilicen lentes de contacto desechables de uso diario. Una vez colocada la lente en el ojo, es poco probable que la lente resulte dañada.

En cualquier caso es fundamental acudir al óptico-optometrista para graduar y adaptar correctamente las lentes de contacto. Además, el óptico-optometrista explicará las normas básicas de mantenimiento para que no exista ningún problema con su uso.

Martínez Moral, recomienda “llevar a cabo revisiones visuales y evaluar también la capacidad de comprensión del niño”. Y recuerda que “lo más recomendable es acudir a la consulta del óptico-optometrista al menos una vez al año”.

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