25 de septiembre de 2014

Siete señales que tus hijos requieren valoración visual profesional.

¿Sabías que el 18% de los niños entre 3 y 6 años de edad presentan alguna de las siguientes señales y muchas veces entran a la escuela sin haber sido evaluados por un especialista? Muchas veces esto repercute en su desempeño escolar e incluso son diagnosticados erróneamente como déficit de atención entro otros… La mayoría de los casos lo único que necesitan es una evaluación de su vista y problema resuelto. Aquí te presentamos 7 señales que debes de tener en mente para detectar si tus hijos o incluso tu requieren de una evaluación certera de tus ojos.

1.- Entrecerrar los ojos

Forzar la vista o entrecerrar los ojos puede ayudar un poco a la claridad en la mirada para un niño que es miope. Los niños con miopia pueden ver objetos cerca de ellos, pero se les dificulta ver a distancia, como la televisión al otro lado de la habitación. Entrecerrar los ojos también ayuda a ajustar la distorsión de la visión que puede ser causada por astigmatismo. Los niños aprenden a forzar la mirada desde edades tempranas como un mecanismo para evitar la visión borrosa.

2.- Inclinar o girar la cabeza

Otro mecanismo complementario que aprenden los niños es a inclinar o a girar su cabeza cuando tienen desequilibrio muscular en sus ojos. Al inclinar o girar su cabeza, usan la posición para disminuir la tensión o flacidez muscular de sus ojos para que enfoquen al mismo tiempo.

3.- Breve Capacidad de Atención al leer o colorear.

Muchos niños que tienen hipermetropía considerable tienen poca tolerancia a actividades de enfoque cercano como leer, colorear o armar rompecabezas. La hipermetropía significa que el paciente tiene facilidad para ver objetos a distancia, pero les es más complicado hacerlo de cerca. El diagnóstico de la hipermetropía es algo peculiar, ya que los niños que la tienen generalmente una agudeza visual de 20/20 (pequeñas letras o imágenes a distancia en un panel de optotipos). Incluso pueden ver cosas claramente muy de cerca, pero les cuesta trabajo ajustar sus ojos para lograrlo. Esta dificultar de foco no es algo por lo que los niños generalmente se quejen o que incluso se den cuenta que sucede, pero les hará alejar un libro más rápido y concentrarse en hacer otra actividad.

4.- Torpeza o baja coordinación mano-ojo

Es normal que algunos niños presenten cierta torpeza al tratar de realizar cosas nuevas, es parte del descubrimiento de movimientos, agilidad y motricidad. Si un niño tiene desequilibrio muscular ocular que hace que los ojos no funcionen a la par, presentará una disminución de perspectiva que puede hacer más difícil distinguir y calcular distancias. Por ejempo, un niño anando en bicicleta que prefiere caminar al rededor de un obstáculo, o que se topa con objetos al realizar sus actividades cotidianas son pequeños ejemplos en que debemos poner atención. Al atender este desequilibrio con corrección visual refractiva (lentes) el cambio es notorio de inmediato viéndose reflejado en la seguridad y confianza con las que los niños hacen su vida diaria.

5.- Cubrir un ojo

Que un ojo funciona mejor que otro, o tiene una visión más clara, un niño tiende a cubrir el que no se comporta a la par. Este comportamiento puede ser un indicador de lo que se conoce como ambliopía, o también conocido como ojo perezoso o flojo. Cuando ambos ojos no funcionan bien al mismo tiempo, el cerebro tiende a usar el ojo que mejor responde e ignorar al que se queda atrás. Esto puede resultar en pérdida de visión si no se corrige a tiempo.

6.- Frotarse los ojos.

La señal más común de tensión ocular en un niño es cuando se frotan los ojos frecuentemente. Esta “maña” puede ser causada por un desequilibrio muscular o de enfoque resultando en fatiga ocular. Tallarse los ojos también esta relacionado con infecciones en los ojos.

7.- Dolores de cabeza

La frecuencia de dolores de cabeza en un niño puede indicar tensión ocular o dificultad para afocar. Algunas veces los dolores de cabeza también pueden ser indicar la existencia de presión alta o inflamación detrás del ojo.

Si detectas alguna de estas señales en tus hijos, consulta a un especialista para un examen completo de la vista. Alguien que tenga buen trato con niños. La empatía con el medico hará que el diagnostico sea más confiable y que la comunicación entre paciente y doctor sea mucho más abierta y fructífera en beneficio del diagnóstico y del niño.