Existen básicamente tres técnicas, la más usada y en términos simples consiste en separar parcialmente una delgada capa de la cornea, y por medio del láser se modifica la curvatura de la superficie expuesta de acuerdo a la graduación única del paciente.
La modificación de la curvatura de la cornea se consigue por la evaporación del tejido a muy altas temperaturas pero no de forma continua sino por múltiples destellos (disparos) de láser en lapsos muy breves, menores a 1 seg. cada uno, si es posible percibir cierto olor mientras el láser es aplicado, sin embargo es momentáneo y no genera alguna molestia.
Es una operación de 15 minutos aproximadamente, al ser restablecida la cornea es posible que el paciente pueda ver la diferencia casi de manera inmediata. Se recurre a anestesia local en gotas para la cirugía; es posible volver a las actividades cotidianas a los 2 ó 3 días después de la operación, aunque se deben de seguir los cuidados como protección contra el tallado de los ojos y medicamentos tópicos como antibióticos y lubricantes.